Siempre nos preguntamos hasta cuando existirán casos de asesinatos a la comunidad LGBT. En nuestro país se presentan estos casos con frecuencia, claro está con lo que le paso al estilista Marco Antonio, así mismo paso con el «diseñador de las estrellas», Adolfo Ormeño. Todos fuimos consientes que fueron asesinados de la peor manera, y aún existen muchos casos que le ocurren a personas que no son personas públicas.

En estos días se dio otro caso con el conocido estilista Alex Quiroga Huambachano que fue encontrado muerto en su casa, donde también funcionaba su peluquería, en el distrito de Los Olivos. La  necropsia confirmó que  Quiroga Huambachano, conocido como el ‘Estilista de las estrellas’, murió estrangulado. La Policía encontró un pasador alrededor del cuello del estilista. Además, los peritos determinaron que el cuerpo presentaba hematomas y fue arrastrado casi medio metro.

El principal sospechoso es Juan Javier Jacinto Obregón, pareja amorosa de ALEX, quien fue intervenido y sometió a exámenes psicológicos y químicos en la sede de la Dirincri de Los Olivos.

Estos casos serán frecuentes si no existe una ley que proteja  a la comunidad LGBT del Perú. ¿qué están haciendo las autoridades para poner un alto a todos estos casos?

Guillermo Gandarillas, presidente de la asociación «Despertar» alzó su voz condenando estos hechos y el poco interés del Estado en proteger a este sector de la población: «Todavía la clase política pone por encima sus pensamientos sobre la realidad nacional, desprotegiendo a la población LGTB», manifestó indignado.

Recordemos que hace poco se puso en agenda  la incorporación de la orientación sexual e identidad de género como agravante en delitos de discriminación. Sin embargo el congreso rechazó esta propuesta. No es posible que los propios congresistas se laven las manos y no quieran proteger a los ciudadanos poe el simple hecho de tener una orientación sexual diferente. La propia iglesia católica está en contra de estas personas ya es hora de parar con todo tipo de discriminación todas las personas somos iguales.