La COORDINADORA NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS, en representación de 78 organizaciones que promueven los derechos fundamentales de la persona humana, manifiesta su profunda preocupación por los hechos ocurridos el sábado 8 de setiembre en la localidad de Ranrapata, distrito de Santo Domingo de Acobamba, Junín, producto de los cuales falleció la menor de nombre Zoraida Caso Asparre de 9 años de edad. Según declaraciones del alcalde del distrito de Santo Domingo, Jorge Aparicio Camarena, la muerte se produce cuando la menor se encontraba en su domicilio y en el marco de un operativo llevado adelante por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

Nos preocupa de la misma manera que se haya presentado a tres niños de la misma localidad como si fueran recuperados de Sendero Luminoso, cuando la misma fuente señala que estos niños (dos de 4 y 6 años, otro de 10 meses de nacido), estaban en el colegio de la localidad y además eran beneficiarios del Vaso de Leche. En otras palabras, no se encontraban secuestrados en escuelas subversivas.

Esta situación constituye una violación de los derechos de los niños, puesto que hay obligación de respetar sus derechos tal como lo señala el art 9 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño: “Los Estados Partes velarán por que el niño no sea separado de sus padres contra la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las autoridades competentes determinen, de conformidad con la ley y los procedimientos aplicables, que tal separación es necesaria en el interés superior del niño”.

Por estas razones demandamos una profunda investigación para determinar la forma como murió la niña Zoraida Caso Asparre, producto de este operativo militar policial; así como la razón por la que los otros tres niños y niñas fueron traídos a Lima y separados de sus padres, siendo mostrados a la prensa como miembros recuperados de Sendero Luminoso. Consideramos que debe sancionarse drásticamente a los responsables de esta muerte así como los que violaron los derechos de los niños y niñas.

Consideramos que cualquier medida de rescate de niños, niñas y adolescentes de los mandos del grupo terrorista Sendero Luminoso deberá involucrar un trabajo de rehabilitación y educación, que debe darse con respeto y consideración, en tanto que no sólo estamos hablando de personas que han sufrido gravísimas situaciones de violencia, sino que han sido obligados a participar en estos grupos armados a la fuerza.

Secretaria Ejecutiva

Coordinadora Nacional de Derechos Humanos

Lima, 13 de setiembre de 2012