«Yo fui testigo de cómo sufrieron esas pobres mujeres esterilizadas, y no es un grupito, estamos hablando de un hecho real». Esa fue la respuesta del monseñor Luis Bambarén, ex presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, a las declaraciones de la congresista fujimorista Luz Salgado, quien aseguró que se les pagó a las mujeres víctimas de las esterilizaciones forzadas para que denuncien haber sido agraviadas durante el gobierno de Alberto Fujimori.

Bambarén negó que estas mujeres se presten a manchar su honra en un caso tan grave. Ante ello, calificó como «tonterías» la acusación de la fujimorista Salgado y pidió no intentar «tapar el sol con un dedo».

En ese sentido, ratificó que las esterilizaciones fueron una política de estado del ex mandatario Alberto Fujimori, preso en una celda de la Diroes.

«Totalmente era una política de Estado. Tanto así que los encargados estaban preocupados por cumplir cuotas en las zonas donde los asignaban. En la selva desaparecieron algunas etnias pequeñas a raíz de las esterilizaciones», aseveró.

Recuerdos de chacas

Bambarén hizo uso de su memoria para trasladarse hasta la región de Áncash, donde durante la época fujimorista grupos de médicos recogían a mujeres del Callejón de Conchucos para subirlas a sus volquetes y llevárselas. «Las esterilizaban y las dejaban», dice.

Dichas mujeres luego se dirigían hasta el hospital del distrito de San Martín de Chacas, con infecciones propias de los efectos secundarios de las esterilizaciones realizadas en ellas.

«En ese entonces realicé una denuncia pública. El director regional de salud intentó desmentirme, pero le mostré las pruebas», acota Bambarén.

Incluso, agrega, tuvieron una reunión con los médicos que realizaban las esterilizaciones. Ahí le soltaron una frase que le quedará grabada toda la vida en su memoria:

–Ustedes tratan a las mujeres como unos animales –reclamó Bambarén a un médico.

–Es que son animales –le respondió este sin descaro.

Ante ello, el religioso asegura que nadie le puede decir que no existieron las esterilizaciones como un plan estructurado del régimen fujimorista. Por lo cual también considera necesario la reapertura del caso para que el Ministerio Público realice las indagaciones.

Sin miradas políticas

Respecto a las investigaciones que se iniciarán a partir de la reapertura del caso, el viceministro de Derechos Humanos, José Ávila, pidió hacer un esfuerzo por evitar poner miradas políticas al tema.

Esto después de que el congresista fujimorista y ex ministro de Salud Alejandro Aguinaga denunciara que existe intromisión política del presidente Ollanta Humala en el reinicio de la investigación del caso de las esterilizaciones forzadas.

«Es un tema delicado, dejemos que el Ministerio Público haga una investigación seria, transparente y objetiva, y esperemos los resultados. Debemos tener confianza en nuestras autoridades judiciales», enfatizó.

Aunque resaltó que si se prueba a nivel de la fiscalía la realización de ese tipo de prácticas durante el régimen fujimorista, deberíamos mostrar nuestra indignación. «Pero preferimos que se exprese esa indignación cuando se haya culminado la investigación a nivel fiscal y cuando haya un pronunciamiento del Poder Judicial. Creo que, llegado ese momento, la indignación del presidente la tiene que compartir el resto del país», anotó.

Piden garantías

Por otro lado, acerca de las insinuaciones de las parlamentarias fujimoristas como Luz Salgado sobre un supuesto pago a las mujeres esterilizadas para denunciar al régimen de su líder, la parlamentaria andina Hilaria Supa indicó que pedirá las garantías pertinentes en salvaguarda de la vida y seguridad de las mencionadas, temiendo que «empiecen a perseguirlas e intimidarlas como antaño».

«Luego de esta difamación, hay que tomar las medidas del caso para preservar la seguridad de las mujeres denunciantes de Anta. Porque recuerdo cómo en antaño les dejaban cuchillos con sangre en la puerta de sus casas», dijo al recordar sus épocas como dirigente de la Federación de Mujeres Campesinas de Anta, en Cusco.

Este grupo denunció, en su momento, las prácticas del gobierno fujimorista mediante las cuales las mujeres de su comunidad también fueron operadas sin su consentimiento.

«Las presionaban para que se dejaran operar; las amenazaban con meter a sus esposos en la cárcel o con no inscribir a sus hijos recién nacidos».
En contra de la esterilización

La Asociación de Mujeres Afectadas por las Esterilizaciones Forzadas emitió ayer un comunicado en el que rechaza las versiones de la congresista fujimorista Luz Salgado, calificándola como «una nueva infamia fujimorista».

“Nos amenazaron, nos llevaron a la fuerza, nos engañaron, nos secuestraron, amenazaron a nuestros esposos. En Piura a una mujer sordomuda le ofrecieron un saco de arroz. A otras nos insultaban diciéndonos chanchos o conejas. Algunas han muerto por complicaciones de las operaciones», afirmó la titular Aurelia Paccohuanca.

Recordaron, además, que son 15 años de lucha en busca de la verdad y la justicia.

53 evidencias

La Primera Fiscalía Penal Supraprovincial de Lima, a cargo de Edith Chamorro, cuenta con 53 evidencias compuestas de 1.700 folios entre memorandos, oficios, así como informes de ministros dirigidos al ex presidente Alberto Fujimori dándole cuenta sobre las “cuotas” de esterilizaciones cumplidas.

Se estima que la cifra de mujeres esterilizadas alcanza las 300 mil durante la época fujimorista.