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La Paz, Bolivia 10 oct 12 (OCLACC).- Con ocasión de conmemorarse 30 años de vida democrática ininterrumpida en Bolivia, La Conferencia Episcopal de dicho país hizo público un pronunciamiento al respecto: El 10 de octubre de 2012, los bolivianos tenemos importantes y buenas razones para celebrar la recuperación y continuidad de la democracia. Son treinta años de vida democrática desde aquel 10 de octubre de 1982 que marcó el fin de los autoritarismos y gobiernos sustentados en la fuerza de las armas.

Necesario homenaje
Agradecemos a Dios y a todos los que han luchado, incluso con la ofrenda de su vida, para lograrlo. Como iglesia felicitamos a toda la sociedad boliviana por la recuperación e institucionalización de la democracia municipal y las autonomías, la creación del Defensor del Pueblo y altos Tribunales de Justicia, incorporación de instituciones propias de la democracia, como la iniciativa legislativa ciudadana, el, referéndum, la Asamblea Constituyente, la ratificación, vigencia y ampliación del sufragio universal, entre otros logros.

En tres décadas de vida democrática, los bolivianos hemos ampliado las formas de participación ciudadana que van más allá de la elección de representantes, para consolidar la construcción de la democracia en el respeto a la diversidad cultural. Como afirmábamos en la Carta Pastoral «Los Católicos en la Bolivia de hoy»: Tos tiempos que vivimos en Bolivia están signados primordialmente por procesos de inclusión y participación de nuestros pueblos indígenas en todos los ámbitos de la sociedad, por la atención de las aspiraciones legítimas de los pobres y de los sectores sociales que merecen un mayor y necesario reconocimiento y acceso a los servicios públicos.» (n.23)

Amenazas a la democracia
Una visión del proceso democrático boliviano, sin embargo, estaría incompleta si no hiciéramos notar las amenazas actuales que comprometen la vigencia plena de la democracia en Bolivia. Como lo hemos asegurado anteriormente “.. no compartimos aquello de que la política sea escenario de enfrentamientos o de eliminación del adversario, de imposibilidad de hacer valer ¡o humano, la justicia y los valores. Hay que estar alertas contra esas miradas pesimistas de la política que pueden ser semilla de males y dolorosos enfrentamientos para nuestra sociedad.» Carta Pastoral Los católicos en la Bolivia de hoy n.100)

También es el tiempo de reafirmar el valor y ratificar la defensa de la libertad de expresión, como ya lo hemos hecho en nuestro reciente comunicado «Caridad y verdad» y denunciar la utilización de mecanismos judiciales para producir restricciones a las libertades ciudadanas reconocidas por las normas internas e internacionales.

De igual manera, treinta años de funcionamiento democrático, elecciones y alternancia en el poder, nos llevan a exigir la necesidad de contar con un Órgano Electoral idóneo, imparcial e independiente de presiones políticas que permita la realización de elecciones limpias y transparentes y, en consecuencia, haga posible la elección de autoridades y representantes legítimos con total transparencia y fuera de toda duda.

Finalmente, celebrar los logros de la democracia es mantener una actitud de rechazo a la confrontación de bolivianos contra bolivianos y toda forma de violencia, es hacer efectivos los derechos fundamentales de las personas a la educación, a la salud y a la autodeterminación de los pueblos.

Convocamos a todos los bolivianos, en cualquier punto del país, a promover en todo momento y ámbito, la cultura de la paz, el diálogo y lograr acuerdos en unidad, progreso y bienestar para todos, sin exclusiones ni rencores. El verdadero amor a la patria nos lleva a buscar juntos el bien común por encima de los intereses particulares, económicos o ideológicos. Esta es tarea de todos, pero de manera especial de las instituciones públicas y de las personas que tienen responsabilidad de gobierno. La actitud de servicio desempeñada con capacidad, honestidad y gratuidad permitirá a nuestro país mirar a! futuro con esperanza.

Patrimonio que debemos salvaguardar
Treinta años de democracia, en medio de luces y sombras, constituyen un importante patrimonio que debemos proteger y salvaguardar como la mejor herencia a las futuras generaciones en el importante desafío de la construcción de un país más justo, digno, libre y solidario.

Pedimos al Dios de la vida, que inspire y fortalezca a todas las personas de buena voluntad en el compromiso por la justicia y la libertad, apoyándose en la certeza de que Aquél que ha comenzado este trabajo 7o continuará hasta concluirlo el día de Cristo Jesús» (Filipenses 1,6). Dios bendiga a Bolivia

10 de Octubre del 2012
Secretaría General de la Conferencia Episcopal Bolivia

Tomado de oclacc.org