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El coloquio “Negociación Colectiva en la Agroindustria”, desarrollado el pasado jueves, permitió conocer en forma directa y de la voz de los propios trabajadores de fundos, la problemática que enfrentan para formalizarse, ser incluidos en planillas y afiliarse libremente a un sindicato.

Pese a que el reglamento de la Ley N° 31110 garantiza derechos laborales de los trabajadores del agro, como es el hecho de sindicalizarse libremente y desde sus sindicatos emprender negociaciones colectivas con sus empleadores, la norma hasta la fecha no ha tenido un avance significativo, debido al temor que tienen los hombres del campo de perder sus empleos; pues, según denunciaron, las empresas automáticamente los despiden o  no le renuevan sus contratos al enterarse que se han afiliado a un gremio.

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Por esta situación, en Ica y en otras regiones del país entre el 80 y 95% de los trabajadores del agro están como informales, no apareciendo en planillas como permanentes, manteniéndose como eventuales y jornaleros, huérfanos de una asistencia sindical y de una estabilidad laboral, la cual por ley se debe obtener con 72 horas de trabajo continuo.

Darwin Valdivieso Rodríguez; Secretario General de FENTAGRO, precisó «una negociación colectiva por rama de actividad pasa por fortalecer el trabajo sindical, y hoy no están dadas las condiciones», agregó «cada sindicato lucha por su lado, ni siquiera se puede hacer una negociación por empresa. Estamos ante la necesidad de trabajar la unidad sindical» y no dejar que el trabajador agrario sea el último escalón de la cadena productiva. Para el Jesús del Castillo, asesor legal de FENTAGRO, el desafío es formar los sindicatos en cada empresa y el trabador debe informarse de los beneficios que trae estar organizados.

por su parte Dr. Juan Luis Montoya, abogado de CODEHICA; Susan Quintanilla, Miguel Quijandria, Renee Sairitupac, Secretarios Generales de los Sindicato de Trabajadores de Agroexportación de Ica SITCLARI, Agrokasa, Monsanto Perú y los secretarios de los sindicatos de Piura, Arequipa y San Martín; coincidieron en señalar que es hora de trabajar la unidad integrar sindicatos y negociar sus pactos colectivos con los dueños de la agroindustrias.

También enfatizaron en la necesidad de capacitar a los trabajadores, en especial a sus dirigentes para que conozcan los alcances de las leyes y normas que están a su favor, pudiendo así actuar sin temor a represalias o despidos.

Otra invocación importante es sostener reuniones con especialistas laborales para que los trabajadores de fundos reciban orientación y guía para actuar convenientemente, buscando la asesoría del Ministerio de Trabajo, la intervención de SUNAFIL y de las instituciones de Defensa de los Derechos Humanos y laborales.

Otro problema que ha causado bastante preocupación entre los asistentes provenientes de diversos fundos de Ica, Piura San Martin (Uchiza), y Arequipa (Pedregal Majes), es el poco presupuesto que el Estado le asigna a SUNAFIL para que cumpla su labor de fiscalización en las empresas, contratando más inspectores laborales.

Igualmente, a través de una ley especial se debe ampliar la capacidad de intervención de SUNAFIL a las empresas que ofrecen empleos masivos, como la minería, la agroindustria y otras; debido a que actualmente la norma vigente sólo le faculta realizar una inspección al año.

Esto es bastante grave, toda vez que los problemas laborales y abusos que se cometen contra los trabajadores no pueden ser solucionados de inmediato, sino que se tiene que esperar un año para la siguiente visita de fiscalización. A esto se agrega el temor que tienen los hombres del campo en denunciar atropellos de sus empleadores, debido a que la empresa automáticamente no les renueva el contrato.

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Además, la presión que ejerce SUNAFIL contra las empresas agrarias es bastante débil, ya que de 10 intervenciones de los últimos años sólo una se ha concretado en una multa de 350 mil soles, mientras que las otras han terminado en el Poder Judicial y no se ha logrado nada a favor de la clase trabajadora.

Por esta situación de incertidumbre y falta de capacidad de defensa es que la mayoría de empresas agroindustriales no le abonan a sus trabajadores sueldos dignos, descuidan la atención de salud, la alimentación y otros beneficios que sí los gozan trabajadores de otros sindicatos como Construcción Civil, empresas mineras, magisterios, sector salud y otros, debido a que sus gremios son sólidos en la defensa de sus derechos.

Finalmente, la Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Ica – CodehIca, Esperanza Ramos Pineda, saludó y felicitó la participación de los dirigentes nacionales y dirigentes de Villacurí, Barrio Chino, Agrokasa, Monsanto, Chapi y otros por haber participado en el coloquio aportando experiencias valiosas y soluciones hacia una efectiva negociación colectiva que terminará con los abusos en el agro.

Asimismo, invitó a los asistentes a participar los días 9, 10 y 11 de noviembre en el Encuentro Nacional de Defensores, que se realizará en la ciudad de Lima.

Alcances

Es importante resaltar que el coloquio, organizado por el CODEHICA, se desarrolló en el marco de la implementación del Proyecto Diálogos y Compromisos para el respeto de los Derechos Humanos, en las actividades Empresariales» a fin de alcanzar acuerdos y consensos sobre la negociación colectiva que favorecerá la reivindicación de los derechos laborales de los trabajadores de la agroindustria,

El coloquio “Negociación Colectiva en la Agroindustria”, desarrollado en el auditorio de la institución, se convierte en una mesa de concertación entre los propios trabajadores agroindustriales organizados, a fin de establecer una estrategia ante el congreso sobre la negociación colectiva, fortalezcan sus bases sindicales y avanzar en formar la Confederación Nacional de Trabajadores de la Agroindustria, con capacidad para negociar sus pliegos no sólo con las empresas agroindustriales, sino también con las más altas instancias de gobierno.

Por eso es que se ha cuestionado el divisionismo y la utilización política de algunos sindicatos de fundos, cuyos dirigentes se apartan de la real razón de su existencia para buscar fines partidaristas, apartándose de los fines supremos que debe ser la lucha por la reivindicación de los derechos laborales de sus agremiados.

Otro problema planteado que también debe ser enfrentado es la modalidad que están empleando diversas empresas, en el sentido de delegar en terceros la responsabilidad de contratar personal. Esta tercerización impide que SUNAFIL pueda actuar directamente, debido a que los trabajadores no están vinculados laboralmente a las empresas agrarias y agroexportadoras. Además, la entidad estatal no puede actuar de oficio sino a través de denuncias, las cuales no se dan por temor a represalias.

Igualmente, se resaltó que los sindicatos no deben ser visto como enemigos de las empresas, sino que a la luz de las leyes vigentes se debe busca el diálogo hacia la solución de demandas laborales y conflictos, tal como sucede con gremios de otros sectores que fomentan mesas de concertación y negociación.

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