A casi 20 años de ocurrida la masacre en la cantuta, aun no se ha logrado conseguir lo que los familiares han buscado incansablemente durante estas dos décadas, conocer la verdad y hacer justicia, a pesar de haberse conseguido la captura y la encarcelación de unos de los principales responsables, el ex presidente Alberto Fujimori, las heridas causadas por estos sucesos no se borraran.

A pesar de los doloroso que puede llegar a ser el recuerdo de este lamentable acontecimiento, los familiares de los desaparecidos estudiantes víctimas de la masacre se niegan a olvidar lo sucedido, no con la intensión ocasionarse más dolor, si no para recordar lo duro que fue vivir esa etapa y no permitir que esto nos vuelva a suceder.

Gisela Ortiz Perea, hermana de uno de los estudiantes desaparecidos en la masacre y una de las principales lideresas de los familiares de las victimas piensa de esta manera y sostiene que se debería de enseñar la historia de la violencia vivida en las escuelas, así lo hizo saber en entrevista con el programa radial “Dialogo Directo” que produce Codehica.

Considera que muchos de los jóvenes que no vivieron la época del terrorismo no conocen como sucedieron las cosas en realidad y es allí donde grupos políticos como MOVADEF aprovecha para pasarlos a sus filas defendiendo causas injustas y erróneas.

“Nosotros estamos en contra de cualquier partido político que haga uso expreso de la violencia o de cualquier forma de impunidad como una práctica política, en este caso el MOVADEF rechazamos abiertamente sus planteamientos no solamente porque sigue defendiendo a Abimael Guzmán, a sendero luminoso, sino también porque piensa que la amnistía es una solución política a todos estos problemas de la guerra” sostiene Ortiz.

Precisa que lo sucedido se debe mantener en la memoria de todos los peruanos para tener un claro recuerdo de cómo sucedieron las cosas realmente y no se pueda manipular los acontecimientos vistiendo a lobos como corderitos “la única manera de evitar que el MOVADEF avance va a ser con la acción de nuestra propia memoria”