"En el MINAM, en lo que se refiere a la regulación ambiental, se ha planteado que la política ambiental minera sea actualizada e incorpore los desafíos que implica la proyección de inversiones en el sector"

Mariano Castro, vice ministro de Gestión Ambiental, da a conocer la mirada del Ministerio del Ambiente en relación al proyecto Conga y la nueva política de la minería en nuestro país. Asimismo, habla sobre los proyectos de desarrollo ofrecidos a Cajamarca en medio del conflicto.

Después de la presentación del peritaje al EIA de Conga, ¿se puede decir que se ha ingresado a un nuevo momento del conflicto?
Ha sido relevante que se anuncien condiciones para el cambio en la minería que aseguren los derechos básicos, que permitan que las actividades extractivas no afecten las fuentes de agua y que las actividades generen condiciones para que la inversión asegure una mayor disponibilidad, acceso y calidad del agua. De otro lado, se apunta a que el agua sea un derecho humano fundamental y que el Estado pueda asegurarlo a través de inversiones, fiscalización y promoción de mecanismos de participación.

A partir de las nuevas condiciones planteadas por el Presidente, ¿qué propone el Ministerio del Ambiente (MINAM)?
En el MINAM, en lo que se refiere a la regulación ambiental, se ha planteado que la política ambiental minera sea actualizada e incorpore los desafíos que implica la proyección de inversiones en el sector. También que atienda los pasivos ambientales de la antigua minería. Por otro lado, que la reglamentación sea actualizada, considerando que la realidad de hoy es diferente a la que dio lugar a la regulación ambiental minera en los inicios de los noventas.

¿Qué rol deben jugar los EIAs en este nuevo marco?
La evaluación de impacto ambiental no puede ser entendida como un mero trámite o requisito, sin mayor influencia en el diseño de los proyectos. Debe contribuir a encontrar la mejor alternativa y, junto con ello, incluirse cambios en el cómo se hace, quién lo hace y quién lo revisa. La fiscalización ya está en el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) del MINAM. Por ello, una de las opciones es que el MINAM se haga cargo de la revisión de los EIAs.

¿Cómo se ubican en este nuevo contexto los procesos de Zonificación Ecológica y Económica (ZEE)?
Los criterios, procedimientos y responsabilidades en relación a la ZEE están normados desde el 2003, en un reglamento nacional que además establece los lineamientos metodológicos. Es cierto, en el camino han aparecido algunas visiones que no coinciden con lo que está previsto política y normativamente. Ello, obliga a realizar acciones informativas y de capacitación con la finalidad de hacer entender que la ZEE apunta a orientar procesos de desarrollo y establecer niveles de exigencia pero no de exclusión. Lo primero significa que si hay determinados tipos de actividades y determinadas vocaciones sociales y ambientales en el territorio, estas puedan compatibilizarse estableciendo niveles de exigencia. La ZEE en ningún caso y en ningún país está prevista como un mecanismo de exclusión pero no es un proceso simple. Requiere de mayor inversión, capacitación e información para que tenga sentido.

¿Bastará con los proyectos que el gobierno nacional ha prometido para Cajamarca para que se logre cambiar la consigna: “Conga no va”?
Hay la necesidad de demostrar que el Estado es garante de derechos y que, a partir del mensaje presidencial, se han señalado condiciones para la nueva minería, para el proyecto Conga y para el desarrollo de Cajamarca. Sobre la base de esos tres ejes es que se ha propuesto ampliar el diálogo que debe realizarse con todos los sectores y reducir las incertidumbres e inquietudes que tiene la población, que está cansada de cierta situación donde los anuncios o no son concretados o no son suficientes para reducir la afectación de sus derechos.

El plan de desarrollo que se ha planteado para Cajamarca, ¿será implementado así el proyecto Conga no se desarrolle?
Claro. Son proyectos que están en marcha. Ya están inclusive en el SNIP y con asignación de recursos específicos y no están condicionados a nada. Son carencias concretas que deben ser atendidas desde hace mucho tiempo. Además debe pensarse cómo se articulan con las actividades locales económicas y con las condiciones de convivencia respecto a las actividades extractivas.

¿Qué pasaría en el Perú si Conga va o no va, y en relación al modelo de la minería en nuestro país?
Ha habido varias señales, por un lado Newmont y por otro Yanacocha que están en plena evaluación. Lo que buscan las condiciones planteadas por el Presidente es establecer un mejor modelo de la minería en el Perú. En el futuro, los proyectos que vengan, requerirán de una mirada más estratégica, de tal manera que haya un conjunto de inversiones concretas que atiendan las brechas sociales antes de realizar la actividad. Allí, la relación entre el Estado en sus diversos niveles y los inversionistas es fundamental y tiene que ser anticipada porque cuando es post, nos encontramos en situaciones como la de ahora. Entonces, yo diría que esperemos la respuesta y que esto sirva como referente para lo que serán las condiciones de la nueva minería en el Perú.
Entrevista publicada en la revista VOCES Nro 40-41. Junio 2012. Cajamarca. Asociación SER.

Tomado de noticiasser.pe