Naciones Unidas, 8 de marzo (OCLACC).- En el Día Internacional de la Mujer, fecha en la que también se celebra el primer aniversario de ONU Mujer, Michelle Bachelet, directora ejecutiva de dicho organismo internacional, expresó en su mensaje que son las mujeres de las áreas rurales las más afectadas por la pobreza y la marginación social. Por ello llamó a redoblar los esfuerzos para empoderar a las mujeres y avanzar en la participación y liderazgo políticos de las mujeres.
Desde que comenzó a celebrarse el primer Día Internacional de la Mujer, afirma la doctora Bachelet, hemos sido testigos de transformaciones en los derechos legales, los logros en la educación y en la participación en la vida pública de las mujeres. Más mujeres ahora son líderes en la política y los negocios, más niñas asisten a la escuela, más mujeres sobreviven a los partos y pueden planificar sus familias.
«Sin embargo, si bien se han logrado enormes progresos, ningún país puede decir que está totalmente libre de discriminación de género. Esta desigualdad se manifiesta en persistentes brechas de género en los sueldos y en oportunidades, en la baja representación de mujeres en los puestos de liderazgo en la arena pública y en el sector privado, en los matrimonios tempranos, en las niñas que desaparecen porque se prefiere a los niños, y en la violencia continua contra las mujeres en todas sus formas».
Pero para la líder chilena, en ningún ámbito son las disparidades y los obstáculos más importantes para las mujeres y las niñas que en las áreas rurales. Las mujeres y las niñas rurales representan una de cada cuatro personas en el mundo. Trabajan largas horas con poco o ningún salario y producen una gran proporción de los alimentos que se cosechan, especialmente en la agricultura de subsistencia. Son agricultoras, empresarias y líderes y sus contribuciones mantienen a sus familias, sus comunidades, sus naciones y a todos nosotros.
«A pesar de ello, se enfrentan a algunas de las peores desigualdades en el acceso a los servicios sociales, a la tierra y a otros bienes productivos. Eso las priva a ellas y al mundo de alcanzar su pleno potencial, lo que me lleva al asunto principal de este Día Internacional de la Mujer. No se podrá encontrar ninguna solución duradera a los principales cambios actuales – del cambio climático a la inestabilidad política y económica – sin el empoderamiento pleno y sin la participación de las mujeres del mundo».
Según Michelle Bachelet, dar a las agricultoras el mismo acceso a los recursos que lo varones reduciría entre 100 y 150 millones las personas con hambre. Si se diese ingresos, derechos a la tierra y créditos a las mujeres, habría menos niños y niñas desnutridos. Los estudios muestran que mayores niveles de igualdad de género tienen una correlación positiva con niveles más altos del producto interior bruto per cápita. Abrir las oportunidades económicas a las mujeres haría aumentar el crecimiento económico y reduciría la pobreza considerablemente.
Tomado de occlac.org