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Han pasado más de seis décadas desde la aprobación de lo que muchos consideran la ‘carta magna de la humanidad’ y aunque se ha avanzado en varios temas, queda la sensación que hay pendientes demasiadas aspectos como para no seguir pensando que todavía estamos más cerca de la utopía que de la realidad.

Hace 4 años, la actual alcaldesa de Lima la Doctora Susana Villarán de la Puente, durante su exposición en el XVII FORUM Regional realizado en Ica, centró su intervención sobre los derechos humanos y dijo “somos hombres, mujeres, sujetos de derechos, sobre todo niñas y niños, sin ellos solo seremos una sociedad endeble llena de prejuicios, racismos, desigualdad, exclusión y esclavitud social”, de esa forma dio inicio a su discurso.

Tras enfatizar esto, la Doctora utilizó las palabras del recordado presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, sobre las libertades de las personas que son necesarias para una sociedad democrática, libertades como la de creer, pensar, libertad frente al hambre y el miedo, “La democracia es algo vivo, algo permanente, es como una atmosfera que respiramos” se refirió frente a lo que hoy en día se vive.

El desarrollo humano, no es más sino la expansión de capacidades y derechos, es sentir que podemos gozar de nuestros derechos plenamente, sin embargo; ¿Hay desarrollo humano en nuestra sociedad?, ¿Vivimos gozando libremente de nuestros derechos?, son preguntas que hasta el día de hoy siguen sin una respuesta.

Prueba de ello son las contantes problemáticas que está sufriendo nuestra sociedad en conjunto, como los constantes paros, homicidios de diversos tipos. Es inútil tratar de taparse los ojos y decir que vivimos libremente, cuando se atenta con el primer derecho básico que es la vida.

Así también, la dimensión de derechos humanos siempre se verá eclipsado por la pobreza y la pobreza extrema, que es la expresión más dolorosa e injusta de la falta de libertad para elegir opciones de vida.

Es valiente el que se enfrente a todo el lado oscuro que los anteriores alcaldes de Lima no tuvieron la capacidad de encararlo, pero es tiempo del pueblo, es tiempo que la palabra Derechos Humanos se vuelva a respetar, es tiempo que esa jaula llamada globalización se utilice en nuestro país pero para globalizar a toda nuestra gente en derechos igualitarios.

Hoy que se conmemora el 64 aniversario de los derechos humanos, nos permitimos reflexionar con la intervención hecha hace 4 años en Ica y que transcurrido este tiempo las coas parecer ser igual.