El presidente de la República, Ollanta Humala está en Ica para cumplir una serie de inauguraciones de obras en distritos de La Tinguiña, Parcona y San Juan Bautista, así como entregar el título de propiedad del terreno donde se ubica el Santuario del Luren.

Apropósito de su presencia, Humala debería tomar un tiempo para visitar a las empresas agro exportadoras  y descartar o corroborar que estas empresas cuentan con estándares y certificaciones laborales internacionales, tal como lo dijo hace unos días el Ministro de Comercio Exterior y Turismo, José Luis Silva.

O mejor aún preguntar a la población de Ica si estas empresas respetan las condiciones Laborales de los cientos de hombres y  mujeres trabajadores del campo. Y no exprese con ligeresa que los Organismos No Gubernamentales (ONG) del extranjero buscan “desestabilizar” a las empresas exportadoras con denuncias haciendo que éstas pierdan competitividad ante sus pares de otros países.

De esta forma, el presidente podría comprobar in situ la situación real de los trabajadores de la agroexportación y si existen o no malas prácticas laborales, las cuales han sido identificadas luego un sinnúmero de inspecciones realizadas por la Dirección Regional de Trabajo, Defensoría del Pueblo, Dirección Regional de Salud, la Federación de Mujeres de Ica y la Comisión de Derechos Humanos de Ica (CODEHICA).

Está en manos del presidente Humala actuar alineado a su política de inclusión social y defensa de los derechos laborales y visitar estos fundos y definir si es más importante la competitividad de las empresas de la agro exportación, o la dignidad y derecho de sus trabajadores.