Iniciamos la semana con la terrible noticia de un nuevo caso de feminicidio en nuestra ciudad. Gisela Victoria Meneses Juárez (32) fue asesinada por su pareja Luis Ormeño Lujan (37)  a través de un balazo en el tórax, siendo abandonada  por éste mismo en el Hospital Regional.

Pero más allá de los detalles del crimen debemos preguntarnos ¿Qué es lo que lleva a un hombre cometer semejante atrocidad hacia su cónyuge? Para la ONG Flora Tristán en su publicación “La violencia contra la mujer: Feminicidio en el Perú”, todas las mujeres sin importar edad ni nivel socioeconómico, están expuestas a esta violencia; la cual se inscribe en un contexto cultural de discriminación, agravado por trastornos emocionales como sentido de pertenecía, dependencia emocional, baja autoestima, mal manejo de la ira y celos.

Precisamente, los celos habrían sido el motivo por el que fue asesinada Guisela Meneses, quien había tomado la decisión de darle fin a la relación cansada de los maltratos físicos y psicológicos que recibía constantemente sin imaginar que esta decisión le costaría la vida.

Este crimen nos abre las puertas no sólo a la reflexión y análisis, algo que venimos realizando hace muchos años. Lo que es necesario es inversión y políticas públicas claras, articuladas y efectivas por parte del Estado.

Según declaraciones de la Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana Jara Velásquez, en el 2012 se registraron 97 asesinatos de mujeres por parte de sus parejas, exparejas o un familiar, siendo insuficientes las iniciativas del Estado, debiendo ser la ciudadanía quien tome la iniciativa y una de esas oportunidades hoy en día es la elaboración del Presupuesto Participativo, para que los gobiernos locales y gobiernos regionales asignen el presupuesto adecuado para la reducción de la violencia de genero.

El objetivo para las autoridades es promover la reducción de las brechas de género, atención proactiva de casos de violencia familiar, hacer un real seguimiento y acompañamiento, así como el fomento de la salud emocional de la población se estará contribuyendo a reducir los casos de feminicidio que en nuestro país siguen cobrando víctimas, dejando niños huérfanos, hogares destruidos y terribles secuelas en nuestra sociedad.