La Carta fue considerada un hito por parte de los ministros asistentes quienes se comprometieron a trabajar en un plan de acción para su concreción

Servindi, 6 de junio, 2012.- La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó el lunes la Carta Social de las Américas, un instrumento para complementar los procesos democráticos con un desarrollo económico incluyente para superar las condiciones de pobreza y desigualdad en el continente.

El documento se aprobó en el marco de la 42 Asamblea General de la OEA desarrollada del 3 al 5 de junio en Cochabamba, Bolivia. Fue propuesto en 2001 por Venezuela para impulsar el desarrollo integral de la región y luchar contra la pobreza.

El nuevo instrumento considerado un logro significativo incluye conceptos de inclusión, equidad y derechos colectivos para la consolidación de la democracia.

La aprobación de la Carta Social de las Américas se alcanza luego de seis años de debate y complementa a la Carta Democrática Interamericana aprobada en Lima hace diez años.

El canciller de Bolivia David Choquehuanca, presidente de las sesiones de la Asamblea, afirmó que la Carta contribuirá a cambiar la vida de la población americana, porque los Estados ratifican que la erradicación de la pobreza crítica es un propósito esencial para consolidar la democracia.

La Carta fue considerada un hito por parte de los ministros asistentes quienes se comprometieron a trabajar en un plan de acción para su concreción. Esto es un enorme desafío si se considera que en el continente el 34 por ciento de la población es pobre, aproximadamente 300 millones de personas.

Patricia Espinoza, canciller de México, dijo que el nuevo instrumento guiará a la OEA en sus esfuerzos de desarrollo “con especial atención en la inclusión social y la disminución de la inequidad” y propuso que el plan de acción se elabore con criterios técnicos.

Rafael Roncagliolo, canceiller de Perú, destacó que se trata de un “importante hito hemisférico en el fortalecimiento de los derechos sociales, económicos y culturales”.

El documento hace hincapié especial en el desarrollo social, la igualdad de oportunidades y la no discriminación.
“Los Estados miembro tienen la responsabilidad de desarrollar e implementar políticas y programas de protección social integral, con base en los principios de universalidad, solidaridad, igualdad, no discriminación y equidad”, subraya.

Reafirma la determinación y el compromiso de los Estados Miembros de combatir de forma urgente los graves problemas de la pobreza, la exclusión social y la inequidad; de enfrentar sus causas y consecuencias; y de crear condiciones favorables para el desarrollo económico y social con equidad para promover sociedades más justas.
Reconocen contribuciones de pueblos indígenas

Capítulo IV: Desarrollo Cultural, Diversidad y Pluralidad
Artículo 4. La diversidad cultural es uno de los rasgos característicos de las naciones y los pueblos del hemisferio. El reconocimiento de la igualdad de las personas dentro de la diversidad es una premisa central para las democracias de la región. Por tanto, los estados miembros se comprometen a valorar, respetar, promover y proteger la diversidad y el diálogo cultural entendiendo que la protección de la diversidad cultural abarca la salvaguardia de los modos de vida, sistemas de valores, las tradiciones y las creencias.

En ese sentido, la defensa del patrimonio cultural material e inmaterial es de vital importancia y aparece íntimamente ligado a la preservación, defensa y enriquecimiento de la diversidad cultural.

Artículo 5. Los Estados Miembros reconocen y respetan el carácter pluricultural y multilingüe de las naciones del hemisferio y se comprometen a promover el respeto y el reconocimiento de las diversas culturas indígenas, así como a alentar las relaciones interculturales armónicas. Los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y conservar sus tradiciones, costumbres y conocimientos tradicionales y merecen que la dignidad y diversidad de sus culturas, tradiciones, historias y aspiraciones sean respetadas y promovidas.

Asimismo, los Estados tienen la responsabilidad de promover el respeto a las creencias, tradiciones y valores de los pueblos, comunidades, grupos e individuos.

Asimismo, recoge que “los Estados reconocen las contribuciones de los pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades migrantes al proceso histórico continental e insular y promoverán su valoración”.

Reconoce la diversidad étnica, racial, cultural, religiosa y lingüística de los pueblos de América y su aporte al desarrollo de nuestros países.
Asume la necesidad de combatir la discriminación y la exclusión social y de fomentar la inclusión, la tolerancia, el respeto a la diversidad así como la necesidad de promover la igualdad de oportunidades.

Destaca que el desarrollo cultural es un componente fundamental para reducir la pobreza y alcanzar la meta del desarrollo integral. Asimismo, que un medio ambiente sano es indispensable para el desarrollo integral.

“El desarrollo cultural es un elemento clave para el desarrollo social y económico de los pueblos que favorece la creatividad y la innovación así como la inclusión y la cohesión social” indica.

“En tal sentido, los Estados Miembros se comprometen a impulsar políticas de desarrollo cultural inclusivas y participativas que incluyan programas de apoyo a industrias culturales y creativas; de preservación y protección del patrimonio cultural y de respeto y promoción de la diversidad cultural” reza su articulado.

Para tal efecto, los Estados Miembros “fomentarán la participación de las personas en la vida cultural en un marco de pluralidad y respeto a la diversidad de las expresiones culturales (…) el mejoramiento de la calidad de vida de todos los pueblos, el fortalecimiento de su identidad y dignidad, y la preservación y difusión del patrimonio cultural”.

La Carta declara que los Estados “tienen la responsabilidad de crear las condiciones favorables para alcanzar el desarrollo con justicia social para sus pueblos, y contribuir así a fortalecer la gobernabilidad democrática”.

“Cada Estado tiene la responsabilidad primordial de su desarrollo y, al elegir su sistema económico y social dentro de un marco de democracia, debe buscar el establecimiento de un orden económico y social más justo que permita y contribuya a la plena realización de la persona humana” indico uno de sus artículos.

La Carta reconoce que en nuestras sociedades coexisten e interactúan diversas culturas, por lo que es necesario fomentar políticas y programas que favorezcan la cooperación y la solidaridad entre las mismas.

También asume el compromiso de promover políticas y programas de interculturalidad para alcanzar el respeto por la diversidad lingüística y cultural de los pueblos y su acceso a oportunidades de preservar y transmitir su cultura, así como crear y expresarse en el idioma de su preferencia.

El documento reconoce la necesidad de aunar esfuerzos “tanto de los gobiernos como del conjunto de la sociedad civil”. Y asimismo, que toda persona tiene “derecho a una alimentación adecuada sin discriminación”.
Descargue el texto completo de la Carta Social de las Américas con un clic en el siguiente enlace:

Carta Social de las Américas (pdf, 9 páginas)

Tomado de servindi.org