Foto OclaccSantiago de Cuba, 12 nov 12 (OCLACC).- El arzobispo Dionisio García Ibáñez comunicó que en Santiago de Cuba y en buena parte de la Isla, luego del paso del huracán «Sandy», cientos de miles de personas, entre ellas agentes pastorales, están damnificadas y en condiciones muy precarias.

En el orden civil, afirma el arzobispo, «los efectos han sido devastadores, los datos oficiales hablan de 150.000 viviendas dañadas y miles de estas destruidas en su totalidad. A esto se añaden las afectaciones en los servicios básicos como son la electricidad y el agua potable, la educación, sanidad, cultura, y abastecimiento. Es fácil imaginar el daño humanitario que esto trae consigo».

Entre los edificios dañados en Santiago de Cuba, se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, en el que estuvo recientemente el papa Benedicto XVI.

Aunque las imágenes que han presentado los medios de comunicación hablan por sí solas -señala el arzobispo- nunca llegan a comunicar el dolor que experimentan personas y familias. La reconstrucción material y espiritualmente llevara mucho tiempo.

A sus agentes pastorales monseñor García Ibáñez les ha dicho que en estos momentos la evangelización tiene que pasar necesariamente por el amor ya que la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba, es siempre una invitación al amor. De ahí la voluntad de «cercanía, presencia, estar y compartir con el otro lo poco que podemos ofrecer, entregando sobre todo nuestro tiempo y acompañando, escuchando penas, preocupaciones e impotencias».

El arzobispo indica que las edificaciones de la Iglesia, al igual que en el resto de la ciudad, en su mayoría eran construcciones antiguas, algunas coloniales, llevaban muchos años sin un adecuado mantenimiento y renovación y no estaban preparadas para resistir un embate de tanta fuerza».

Después de constatar los daños sufridos, a través de contactos y reuniones con sacerdotes, religiosas y religiosos, diáconos y fieles, se han dado a la tarea, junto a Caritas diocesana, «de visitar y ayudar a los más necesitados con lo poco que contamos». Han recibido la ayuda de las diócesis de Guantánamo y Bayamo-Manzanillo y están llegando las ayudas de diócesis más lejanas. Las ayudas se entregan a los necesitados sin hacer ninguna distinción de personas. «Esta decisión pastoral nos ha permitido estar más cercano al pueblo y que éste se sienta más cercano a la Iglesia», dice el arzobispo.

La Archidiócesis ha dado tres criterios generales a tener en cuenta a la hora de establecer prioridades: que la intervención constructiva mantenga la mayor continuidad la vida comunitaria de parroquias y comunidades, sin suspender, en lo posible, la tarea pastoral; tratar de resolver primero los casos más sencillos y después intervenir en los más complicados; y tener en cuenta el valor patrimonial a preservar, evitando daños mayores con la intemperie.

Además la Archidiócesis ha acordado: hacer una evaluación rigurosa sobre el estado de todos los edificios dañados; hacer inventario de materiales con los que cuenta y lugares para adquisición de los necesarios; vincular e interesar a la comunidad en la reparación de los inmuebles; que los sacerdotes, religiosas y diáconos se dediquen principalmente a su función insustituible de alentar a las comunidades, mantener la pastoral y estar cercanos al pueblo que espera de ellos una palabra de fe y esperanza; preparar las condiciones para hacer un plan de reconstrucción definitiva a mediado y a largo plazo.

Para información: economia@arzsantiago.co.cu. Allí les pueden facilitar también una cuenta para donar a la Fundación de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre.

Tomado de oclacc.org